Empieza desde ya a cuadrar tu 2020

Muchos de nosotros tenemos por costumbre, durante la cena de Acción de Gracias o de Nochebuena, empezar a compartir entre nuestros amigos y familiares nuestras resoluciones de año nuevo. Habiéndonos hartado hasta la saciedad, y con un poco de ron encima, nos ponemos a soñar con lo que será nuestra vida en el año nuevo.

Habrá quienes digan que eso de las resoluciones es un engaño, y que la mayoría de las personas las abandonan antes de que pasen las Octavitas.

Sin embargo, creo en que trazarse metas concretas es sumamente importante para alcanzar nuestros sueños. Lo que sucede es que, cuando uno tiene un compromiso serio con alguna aspiración o emprendimiento, lo más importante que puede hacer para asegurarse de realmente lograrlo es PLANIFICAR, y es en este aspecto donde nos caemos la mayoría.

Sí, no es la parte más emocionante de alcanzar tus sueños. Pero ir tras algo que deseas lograr no siempre será divertido. Es más, son las pequeñas acciones sumadas día tras día tras día las que realmente nos acercan a esa meta que nos propusimos.

Y para poder regresar día tras día tras día, bajo lluvia, cansancio, desgane, críticas, tropiezos y obstáculos, pues sí, hay que planificar. Hay que planificar el espacio de tiempo y el espacio físico, y conseguir los recursos que necesitamos para realmente lograr nuestra meta.

Porque te prometo que habrá días en que NO sentirás ganas, NO tendrás energía y te pasarán cosas que te quitarán TODA la motivación. Y si eres mujer, estás sujeta a los ciclos hormonales que tanto nos afectan durante el transcurso del mes.

Es por eso que te invito a que empieces a planificar tu 2020 DESDE HOY. Así tendrás tiempo de empezar a planificar con calma e incluso empezar a implementar algunos nuevos hábitos para que el año nuevo te coja preparado/a.

¿Cómo? Aquí algunas sugerencias.

  1. Consíguete una agenda. Puede ser virtual (Google Calendar es un éxito y tiene versión en web y en aplicación móvil, además de que es completamente GRATIS.) Para mí lo ideal es que tenga una página con el calendario completo de cada mes y después páginas divididas por días o semanas.
  2. Siéntate a escribir tus metas. Haz una lista de tres o cuatro cosas que te gustaría lograr en el 2020. Bien importante: no te vayas en un viaje. Las metas exageradamente ambiciosas son una trampa y, en el fondo, delatan un cierto autosabotaje (si es demasiado ambiciosa, te sentirás tan apabullado/a que terminarás por espantarte y olvidarte de ella).
  3. Desglosa esa meta en partes pequeñas. Por ejemplo, comprar casa. El primer paso casi siempre será de investigación. Evalúa tu ingreso y tus gastos. Haz un presupuesto. Investiga el mercado. Comunícate con un corredor de bienes raíces. Todas estas tareas las puedes ir poniendo en el calendario con fechas concretas. Por ejemplo, 15 de enero 10:00 am – Sentarme a evaluar mis finanzas por dos horas. 3 de marzo 2:00 pm – Reunión con el corredor de bienes raíces.
  4. Pregúntate si realmente esas metas que tienes reflejan tus valores… o los de alguien más. ¿Estás planificando tu boda por todo lo alto para impresionar a la familia del novio? Error. Si tú y tu pareja están de acuerdo en que les gustaría tener una boda bien sencilla y pequeña y después irse de crucero por siete días en el Mediterráneo, honra ese deseo personal más que el qué dirán.
  5. Pide ayuda. Soy de las que me encanta escuchar a las personas hablar sobre sus pasiones, vocaciones y trabajos. Y cuando tengo un nuevo emprendimiento, hago una búsqueda mental entre mis contactos para ver quién es la persona ideal para ayudarme. Fíjate entre tus amistades y familiares quiénes tienen habilidad con los números, quiénes tienen una mente ahorrativa, quiénes son buenos en organización y diseño de interiores, a quiénes les fascinan las computadoras, quiénes son nerds del idioma, a quién se le da la carpintería y, por supuesto, quiénes esas personas pantalonúas y asertivas que vienen bien cuando uno tiene que exigir un reembolso. Identifica a tus aliados en tu emprendimiento.
  6. Precisa cuáles serán tus obstáculos. Los habrá. Uno de los mayores errores que cometemos al trazarnos metas es imaginarnos el mundo perfecto en el que viviremos. De más está decir que no vivimos y nunca viviremos en un mundo perfecto. SIEMPRE PASAN COSAS. Tú lo sabes bien. Que si el tapón que se formó en la Martínez Nadal por un choque que te hace llegar tarde. Que si las lluvias torrenciales que inundaron parte del camino hacia el gimnasio. Que si la taza de café que se te viró encima de la ropa después del almuerzo. Que si el nene que se enferma de momento. ¿Qué vas a hacer cuando no escuches la alarma por la mañana? ¿Cuál será tu plan de ataque? Planifica para los contratiempos también.

La incertidumbre es parte de esta vida. Pero teniendo claro hacia dónde nos dirigimos con amor y con consciencia, podremos llegar a nuestro destino con más satisfacción.