Es hora de empezar a soñar

         Este año nos tiene cohibidos en muchos aspectos. Hemos tenido que poner tantos planes en pausa y cancelar otros que a veces nos podemos sentir a la deriva. Uno llega a sentirse como que interrumpido. Tal vez perdiste tu empleo, no has podido conseguir otro, o empezaste uno nuevo y no logras ajustarte. Tal vez tenías un gran viaje planificado después de varios años sin coger vacaciones, o tuviste que convertirte en tutor o tutora de tu niño de la noche a la mañana.

         Sea cual sea tu situación personal, lo que nos une a todos es que nos vimos obligados a repensar quiénes somos y cómo nos relacionamos con el mundo sin esos planes y esas estructuras que antes teníamos.

         En mi caso particular, a medida que lo que se pospuso terminó siendo cancelado y tres semanas de cierre se convirtieron en meses, se me fue apagando la capacidad de sentir esperanza. Comencé a lidiar con el día a día, con los nuevos retos que se iban añadiendo, y me ocupé en mantener una normalidad manejable. Y en ese proceso, la ilusión que sentía antes de la pandemia se fue empañando.

         Aunque no queda claro qué va a pasar el año próximo, ya que el comienzo de un año nuevo no necesariamente nos va a regresar a la normalidad en un pestañear, sí siento que es hora de comenzar a darme permiso para imaginar cosas buenas y nuevas, de volver a soñar y a hacer planes más allá del diario vivir. Me doy permiso también para agradecer por todo lo bueno que hay en mi vida, en particular por mi comunidad de danza árabe, que me ha permitido seguirme moviendo y compartir mi amor por esta danza con otras personas. Me doy permiso para imaginar proyectos nuevos, y dar rienda suelta a las ideas.

         Espero que tú también te estés dando permiso para soñar un poco, sentir esperanza e imaginar qué aventuras nuevas estás por descubrir este próximo año que se acerca.

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